La Universidad de Southern California puede tener en sus manos la
clave de los teléfonos móviles de los próximos años. Nada de pantallas
flexibles, cámaras de calidad abrumadora ni interfaces que te dejan con
la boca abierta. Lo que todos los usuarios de smartphones queremos es una
batería con más capacidad y que además se pueda cargar en
cuestión de pocos minutos. ¿Qué te parecen 10 minutos?
El “milagro” se lo debemos a unos investigadores de dicho centro que
trabajando con nanotubos porosos de silicio han logrado que el uso de
este material en los ánodos de las baterías no sea un inconveniente,
como ocurre con las láminas usadas en la actualidad, menos eficientes en
todas las facetas. Así, con esta nueva estructura, las baterías pueden
tener hasta tres veces más capacidad, aguantar más ciclos de
carga y lo más importante, permiten cargarlas en tan
solo diez minutos.
Una vez comprobada su eficiencia, ahora queda lo más difícil:
conseguir aplicar de forma comercial ese nuevo diseño a las baterías de
ion-litio. Por ahora se enfrentan al problema de fabricar en masa esas
estructuras de nanotubos porosos, que en su diseño real se convertirán
en esferas para facilitar esa tarea.
Si todo va como deseamos, en un par de años podría trasladarse esta
investigación al mercado. Sí, soñar es gratis.
Vía | Phys.